jueves, 13 de agosto de 2009

Un pueblo maravilloso. Capítulo 10 - Clase de arte


El cielo está encapotado. Apenas uno que otro rayo se filtra intermitente entre tanto gris rancio.

Pero Joshua no mira al cielo al otro lado de la ventana de su salón de clases; tampoco le interesa lo que dice su profesora de arte. Toda su atención se concentra en la bizarra fotografía de una pintura en su libro.

Hay algo en el hombre corpulento con la lanza en su mano derecha y cabeza piramidal, algo en la oscuridad del fondo, algo en los cuerpos sin piel colgando por toda la escena que lo tiene en una suerte de trance…

Hasta que el calor se hace insoportable.

Sus manos tiemblan. La piel de sus palmas se queda adherida a los lados de la madera carbonizada cuando alza sus brazos. El dolor es inhumano.

Joshua grita y se levanta. Su corazón es como un prisionero que brama desesperado por escapar en su pecho.

Pero la clase ríe.

—Briggs, ¿qué demonios le pasa? —pregunta la profesora.

—Sí Joshua, ¿qué tienes? —quiere saber una de sus mejores amigas.

Joshua mira atónito a su alrededor. Su pupitre, sus manos… todo está bien.

—Perdóneme profesora, necesito ir al baño.

—A un manicomio sería mejor —dice alguien detrás de él como quien no quiere la cosa.

Todos ríen de nuevo.

Joshua siente como su garganta se anuda en vergüenza, y sale del salón como una saeta.

Sus compañeros carcajean al verlo cruzar el umbral, pero muchos de ellos no saben que esta es la última vez que se burlarán de Joshua.

1 comentario:

  1. Leí tus cuentos. Parecen sinopsis de películas. La brevedad no los favorece. Más desarrollo no les vendría mal.

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