domingo, 8 de agosto de 2010

Kick-Ass - Más de lo que parece. Menos de lo que esperas


¿Qué pasaría si los “súper” héroes existieran en el mundo real? Y nótese que hablo de “súper”, ya que no estoy hablando de colegiales mordidos por arañas radioactivas, o huérfanos alienígenas, sino más en la tónica de Batman y Watchmen (con la excepción del Dr. Manhattan claro está. ¡Vamos! En serio: ¿Por qué no hay súper héroes?

Es decir, ¡caramba! Todos nos quejamos de la inseguridad en las calles, de la corrupción en el sistema policiaco, y una larga lista de etcéteras, ¿no? Entonces, ¿por qué no ha salido alguien con las suficientes agallas, o la suficiente insania si así lo deseas, para tomar la justicia por sus propias manos?

Bajo esa premisa nos llega Kick-Ass una parodia/homenaje al género de los comics, que busca refrescar a caravana de infinitas adaptaciones de las historietas al celuloide con un toque de irreverencia, algo de humor negro y uno que otro toque de pop edulcorado con todos los aditivos cotuferos que tanto gustan en la actualidad.

La trama…
Un buen día Dave Lizewski (Aaron Johnson) decide buscarse un traje de superhéroe para pelear contra los delincuentes en las calles, una acción que pronto le acarrea consecuencias nefastas, pero que al mismo tiempo desata una reacción en cadena de mallas y látex con la llegada de otros héroes como Hit-Girl y Big Daddy, quienes harán temblar a Frank D'Amico el jefe de los narcotraficantes neoyorquinos.

Lo bueno…
Bien, hagamos un silogismo: Toda adaptación es más pobre que su fuente original, Kick-Ass es una adaptación, por lo tanto… bueno creo que el resto es obvio. Así que una vez que he sacado eso de mi pecho, he de decirte que el trabajo final no está nada mal. A ver, aunque no es ningún The Dark Knight o Watchmen, ni siquiera un Iron Man, Kick-Ass no está nada mal.


Con un guion moldeado en forma de filme con bastante fidelidad, la película fluyó con un ritmo agradable y se me antojó fresca, un tanto diferente a todo lo que anda en las marquesinas de las multisalas de cine. Además, si bien la dirección de Matthew Vaughn es un tanto genérica, también es eficaz en su cometido. Con humildad y sin pretensiones, el director cumplió con su trabajo.

Con respecto al elenco, aquí se mantuvo la tendencia de los últimos filmes que he visto, los actores de reparto se han robado el show. El filme no debería llamarse Kick-Ass, debería llamarse Hit-Girl. Y es que si no te digo que Chloë Grace Moretz se roba el show, te estaría mintiendo descaradamente. Así que, pulgares arriba para esta joven actriz.

En cuanto al resto, bueno, no estuvo nada mal. Cage estuvo un tanto sobreactuado (cero sorpresas ahí). Y el protagonista fue, en el peor de los casos, algo plano. Su actuación no destacó, no fracaso. Su único problema grave es que no logró en ningún momento captar la esencia de su homónima contraparte de tinta y viñetas. ¡Vaya que Dave Lizewski/Kick-Ass es interesante en el comic!


Lo malo…
La fotografía de Ben Davis, estándar. No dice nada, solo ilumina bien los sets. La música, eh… no me pareció muy pertinente en algunas ocasiones, pero es un tema de gustos. Quizás quisieron descontextualizar el soundtrack un poco, y eso solamente es algo que he visto (o escuchado) hacer bien en las películas de Tarantino.

El factor violencia, en especial de las manos de una precoz onceañera letal, puede resultarle de mal gusto a algunas personas, y por mal gusto quiero decir que no faltará alguien que salga blasfemando de la sala de cine, demonizando a la industria cinematográfica y posiblemente colocándole una fecha al fin del mundo.

Por último, debo hablar de la exageración. Y no me refiero a los jump the shark a los que nos tiene acostumbrado el cine cotufero de esta última década, sino a ese vicio pernicioso de querer hacer más, y luego algo más vistoso aún. La entrada heroica de Kick-Ass al final del filme me hizo creer que los realizadores pensaron algo como: “¡Hey! Nos sobraron 10 millones, ¿qué cosa cool podemos hacer con ellos?”

Lo cierto…
Kick-Ass es entretenida, tanto si te gusta el género como si no. Ahora que, también es intrascendental. Quizás una analogía lo explique mejor. Kick-Ass es como las cotufas que comes en el cine, te las disfrutas, te llenan el estómago, pero las olvidas por completo una vez que las luces se encienden y sales de la sala de proyección.

La puntuación...
7/10 (se merece un 6, pero Hit-Girl le dio el punto extra)


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